Su semblante bonachón y sobrio contrasta con su inagotable imaginación para crear caricaturas y dejar que su lápiz fluya sin cortapisas con el sólo fin de producir humor.
En sus más de 40 años de caricaturista, josé Palomo Fuentes, mejor conocido como Palomo, ha creadoun estilo propio bajo el principio bajo el principio de que se puede producir humor sobre cualquier tema. Con esta idea preparó su último libro Literatos. Bestiario con apuntes al natural recamado en perlas escogidas del acervo literario universal (FCE, 2007), donde combina lapidarias frases con sus cartones, consiguiendo así que el lector se rpia y razone al mismo tiempo.
Tal vez por lo anterior, inicia su libro con una frase de Stanislaw Lec: De la mayoría de las obras sobreviven sólo algunas citas. ¿No sería mejor escribir desde el principio sólo citas?
Así, para su libro Literatos, el cartonista chileno recopiló una vasta lista de citas para jugar con sus dibujos a propósito de frases de Albert Einstein, Gabriel García Márquez y Jorge Luis Borges, por nombrar algunos; pero además tiene frases célebres de personajes tan variados como Marilyn Monroe, Woody Allen y Benito Mussolini.
Lo anterior es posible en el mundo de Palomo porque para él, el humor se pasea hoy por todos lados. Le vale madre, porque el humor es ciego y absolutamente irresponsable.
Origen: La irreverencia
Así en Literatos, el cartonista chileno se muestra irreverente al crear una caricatura en la que dos personajes se encuentran platicando sobre el último libro de un connotado autor y dicen: Su novela se ha transformado en mi libro de cabecera...¡es sensacional!. ¿En serio? En cuanto trato de leer una página...¡caigo dormido como tronco!
Su método para dibujar en innumerables medios impresos y sentir una plena libertad para hacer sus cartones es que Palomo, antes de entrar a trabajar a un medio de comunicación, primero sostiene una larga plática con el director, a quien lo primero que le pido es el rayado de la cancha, o sea: cuál es mi terreno, por dónde yo me voy a mover.
Normalmente, cuenta el caricaturista, no me quedo a trabajar en el medio de comunicación cuando me juran: No, aquí, tienes toda la libertad del mundo. Estoy consciente de que existe una censura que es inherente a cualquier organización.
Gracias a lo anterior, sus cartones se han publicado en Argentina, Uruguay, Brasil, Venezuela, Perú, Panamá, Estados Unidos, Italia, España, Alemania y , por supuesto, México.
Palomo dice ser un cartonista sin patria, pues desde que salió de Chile en 1973 -tras el golpe de Estado de Augusto Pinochet- ha vivido un periplo teniendo como eje a México.
Después del golpe dejé de cuadrarme ante la bandera y nunca más volví a cantar y jamás volveré a cantar el himno nacional; y jamás buscaré una bandera para agitársela a nadie.
Mejor ni enterarse
Palomo dice que para realizar un cartón de tipo político no necesita atormentarse leyendo el periódico o escuchando noticieros, ¿para qué? Lo que pasa es que ya vas adivinando por dónde va la cosa.
Además, cuando produzco un cartón político hay una combinación de intuición y razón, nunca hay enojo, sólo trato de producir humor, apunta el cartonista ganador de innumerables premios, como el Concurso Internacional de Humor Gráfico.
-¿Piensa en el lector al realizar su cartón?
-No, primero pienso si me gustó a mi; pero en una cuestión de comunicación siempre trato de que, cuando no estoy seguro del impacto de la caricatura, enseñarla antes a un grupo de amigos que acudo siempre para que me critiquen mis trabajos antes de publicarlo.
Al reconocer que el caricaturista Rius -cuyo trabajo lo conoció en fotocopias- tuvo una notable influencia en su forma de dibujar, Palomo señala que en la cuestión de producir humor mediante el dibujo, México cuenta con una amplia cultura y tradición gráfica que llegó antes de la imprenta, que produce tener un sólido basamento para la creación gráfica.
Al pedire una opinión de algunos caricaturistas mexicanos, Palomo sólo dice: Admiro el trabajo de unos, de otros no tanto, pero yo no hago balance ni hago ranking.
Genio y figura
En sus más de 40 años de caricaturista, Palomo Fuentes no es afecto a la vida pública, pues su instinto de búsqueda por lograr dibujar y producir humor es algo innato en él, siempre estoy buscando. Lo que me domina es dibujar, en estos días en los que estoy en entrevistas llego levemente alterado porque no he podido dibujar.
Veo muy lejana la posibilidad de que yo diga: Ya dibujé todo y ya no tengo qué dibujar. El creador de Charlie Brown, ganó todos los millones y siguió levantándose a las siete de la mañana para agarrar su lápiz y dibujar, cuando ya no necesitaba económicamente nada.
Por eso dibujar es -como respondió el escultor argentino Julio Silva al preguntarle si su obra contenía grandes dosis de intelectualidad-: No, mi método es dejar que mis manos hagan los que se les dé las pelotas.
Fuente: Cambio / MÉXICO
Lunes, 05 de marzo de 2007
